jueves, 22 de noviembre de 2007

NOVENA DE NAVIDAD



EL SENTIDO DE LA NAVIDAD



El primero en darle importancia a la fiesta de la Navidad fue San Francisco de Asís, quien en el año 1223 en Grecchi, Italia, hizo el primer “pesebre” del que se tiene noticia histórica. Su intención fue subrayar “la humildad de la encarnación y verle a Jesús recostado entre el buey y el asno”. En una época en que la teología se había hecho ya dominio exclusivo de expertos, Francisco buscó un medio de volverla a colocar al alcance de los más sencillos y humildes. Nunca pudo sospechar San Francisco, tan amante de la pobreza, la super comercialización que su intento iba a originar con el paso de los siglos.


La Navidad no es simplemente una fiesta para niños. La Navidad es una fiesta, la fiesta de la encarnación: Dios se ha hecho uno de los nuestros, Dios ha asumido la condición humana con todas sus consecuencias, excepto el pecado.


Ese niño que nace es el Salvador y no es a niños a quienes los ángeles dicen: les traemos una gran noticia, que en la ciudad de Belén les ha nacido a ustedes un Salvador (Cf. Lucas 2:10-11). Convertir la Navidad exclusivamente en una fiesta para niños, en una fiesta que sólo afecta a los niños, es quitarle profundidad y fuerza a una celebración que nació con un sentido muy distinto: hacer consciente que aquello que se dio en Jesús de Nazareth, es el referente de lo que debe darse en cada uno de nosotros, es decir, que la divinidad se encarne en nuestra humanidad, para que vivamos como hijas e hijos suyos.


Convertir la Navidad en una fiesta puramente infantil es volver a convertir al cristianismo en algo fundamentalmente sentimental, en una religión trivial que no está ligada al compromiso de todos los hombres y todas las mujeres en favor de un orden social más justo, signo de la presencia de Dios.


La Navidad es una fiesta para todos, porque la redención es para todos. A los pobres, por ejemplo, la justicia debe llegarles no sólo en Navidad, sino todo el año. Ojalá cada uno de los casi cuarenta millones de Colombianos podamos escuchar, una vez más, que nos ha nacido un salvador, que hay salvación y liberación para todos aquellos que quieran acoger de corazón la presencia de Dios en sus vidas.


Para realizar la novena


0. Animador: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Todos: Amén


1- Villancico


2- Oración para todos los días


3- Oración de la familia


4- Oración de la santísima Virgen


5- Oración a San José


6- Lectura del día correspondiente


7- Oración al niño Jesús


8- Gozos


9- Villancico


Oración para todos los días


Benignísimo Dios de infinita caridad que nos has amado tanto y que nos diste en tu hijo la mejor prenda de tu amor, para que, encarnado y hecho nuestro hermano en las entrañas de la virgen, naciese en un pesebre para nuestra salud y remedio; te damos gracias por tan inmenso beneficio. En retorno te ofrecemos, Señor, el esfuerzo sincero para hacer de este mundo tuyo y nuestro , un mundo mas justo, mas fiel al gran mandamiento de amarnos como hermanos. Concédenos, señor, tu ayuda para poderlo realizar. Te pedimos que esta navidad, fiesta de paz y alegría, sea para nuestra comunidad un estimulo a fin de que, viviendo como hermanos, busquemos mas y mas los caminos de la verdad, la justicia, el amor y la paz. Amén. (Padre nuestro)

Oración de la Familia



Señor haz de nuestro hogar un sitio de tu amor. Que no haya injuria porque tu nos das comprensión. Que no haya amargura porque tu nos bendices. Que no hay egoísmo porque tu nos alientas. Que no haya rencor porque tu nos das el perdón. Que no haya abandono porque tu estas con nosotros. Que sepamos marchar hacia ti en tu diario vivir. Que cada mañana amanezca un día mas de entrega y sacrificio. Que cada noche nos encuentre con mas amor. Haz señor con nuestras vidas, que quisiste unir, una página llena de ti. Haz señor de nuestros hijos lo que tu anhelas, ayúdanos a educarlos, orientarlos por tu camino. Que nos esforcemos en el apoyo mutuo. Que hagamos del amor un motivo para amarte mas. Que cuando amanezca el gran día de ir a tu encuentro nos concedas el hallarnos unidos para siempre en ti. Amen.


Oración a la Virgen María


Soberana María, te pedimos por todas las familias de nuestro país; haz que cada hogar de nuestra patria y del mundo sea fuente de comprensión, de ternura, de verdadera vida familiar. Que estas fiestas de navidad, que nos reúne alrededor del pesebre donde nació tu hijo, nos unan también en el amor, nos hagan olvidar las ofensas y nos den sencillez para reconocer los errores que hayamos cometido. Madre de dios y madre nuestra, intercede por nosotros. Amen.



Oración a San José



Santísimo José esposo de María y padre adoptivo del señor, tu fuiste escogido para hacer las veces de padre en el hogar de Nazaret. Ayuda a los padres de familia; que ellos sean siempre en su hogar imagen del padre celestial, a ejemplo tuyo; que cumplan cabalmente la gran responsabilidad de educar y formar a sus hijos, entregándoles, con un esfuerzo continuo, lo mejor de si mismos. Ayuda a los hijos a entender y apreciar el abnegado esfuerzo de sus padres . San José modelo de esposos y padres intercede por nosotros. Amen. (Padre nuestro).




Día primero



"Trabajar por la justicia social, un compromiso de todos"


Comenzamos hoy la novena de preparación a la gran solemnidad del nacimiento de nuestro Salvador, Jesús, el Señor. Queremos hacerlo con la mejor disposición y, más que pedir favores para nosotros, deseamos crecer en la amistad con Jesús y hacernos cada vez más dignos del misterio de la Encarnación del Hijo de Dios, por el cual Dios se ha hecho tan cercano y solidario con nosotros. Por esta razón, además de contemplar cada día el pesebre, vamos a realizar una reflexión sobre los valores.


“... DENLES USTEDES DE COMER”


Anthony de Mello, cuenta en su libro, El Canto del Pájaro, la historia de un hombre que paseando por el bosque vio un zorro que había perdido sus patas; el hombre se preguntaba cómo podría sobrevivir el pobre zorro mutilado. Entonces vio llegar a un tigre que llevaba una presa en su boca. El tigre ya se había hartado y dejó el resto de la carne para el zorro. Al día siguiente Dios volvió a alimentar al zorro por medio del mismo tigre. De modo que el hombre quedó maravillado de la inmensa bondad de Dios y se dijo: «Voy a quedarme en un rincón, confiando plenamente en el Señor, y éste me dará cuanto necesito». Así lo hizo durante varios días; pero no sucedía nada y el pobre hombre estaba casi a las puertas de la muerte cuando oyó una Voz que le decía: «¡Oh tú, que te hallas en la senda del error, abre tus ojos a la Verdad! Sigue el ejemplo del tigre y deja ya de imitar al pobre zorro mutilado».


Es frecuente que, cuando nos encontramos con situaciones dolorosas, reaccionemos ante Dios pidiéndole que haga algo por nosotros, que nos ayude a solucionar nuestros problemas. Y, ciertamente, Dios hace algo, pero nos invita a colaborar con él en su obra. Cuánta gente, cuando constata las miserias y sufrimientos de nuestros pueblos, no le reclama de Dios una respuesta frente a tanto dolor. La pregunta que muchas veces asoma a nuestros labios es: “¿Por qué permites estas cosas? ¿Por qué no haces nada?” La respuesta que nos da Dios es: “Ciertamente que he hecho algo. Te he hecho a ti”.


No podemos seguir imitando al zorro mutilado. Tenemos que asumir más bien la actitud del tigre, que alimenta todos los días al que no puede buscar su alimento. Sólo así seremos discípulos de Aquel que no evadía el hambre de su pueblo, sino que partía y repartía con ellos todo lo que tenía, JESÚS. Que este espacio de interiorización de la Navidad nos permita entender de una buena vez, que estamos llamados a ser presencia de Dios para quienes están a nuestro lado. Por esta razón, evitemos omitir la bondad que se activa en nosotros siempre que estamos frente a alguien que nos necesita. Esta es ya una manera sincera de permitir que Jesús nazca en cada un@ de nosotr@s.


Compromiso personal y comunitario


Esta noche tendré un diálogo intenso con Jesús para presentarle mis buenos propósitos de amarlo y de acogerlo como mi mejor amigo, mi Dios y Salvador, buscando la amistad de las personas que a Él más le preocupan, es decir, los más pobres, mujeres y hombres que están solos, marginados, que tienen dificultades. De la misma manera, si no lo he hecho, desde hoy voy a disponer un espacio diario para hacer oración..


DÍA SEGUNDO


“La paz brota de la justicia y del equilibrio social”


La novena de Navidad de este año nos remite a la necesidad urgente de hacer un compromiso responsable y sincero por la paz de nuestro país. La paz es un signo elocuente de que estamos dejando actuar a Dios en nuestras vidas, por este motivo, procuremos ser instrumentos de paz en cada uno de los lugares donde nos encontremos, evitando todo tipo de discordia y fomentando la practica del amor fraterno.



LAS DOS VASIJAS


Un cargador de agua de la India tenía dos grandes vasijas que colgaba a los extremos de un palo y que llevaba encima de los hombros. Una de las vasijas tenía varias grietas, mientras que la otra era perfecta y conservaba toda el agua al final del largo camino a pie, desde el arroyo hasta la casa de su patrón; pero cuando llegaba, la vasija rota sólo tenía la mitad del agua. Durante dos años completos esto fue así diariamente; desde luego, la vasija perfecta estaba muy orgullosa de sus logros, pues se sabía perfecta para los fines para los que fue creada. Pero la pobre vasija agrietada estaba muy avergonzada de su propia imperfección y se sentía miserable, porque sólo podía hacer la mitad de todo lo que se suponía que era su obligación.


Después de dos años, la tinaja quebrada le habla al aguador diciéndole:
-Estoy avergonzada y me quiero disculpar contigo porque debido a mis grietas sólo puedes entregar la mitad de mi carga y sólo obtienes la mitad del valor que deberías recibir.
El aguador, apesadumbrado, le dijo compasivamente:
-Cuando regresemos a la casa quiero que notes las bellísimas flores que crecen a lo largo del camino.
Así lo hizo la tinaja. Y en efecto vio muchas flores hermosas a lo largo, pero de todos modos se sintió apenada porque al final, sólo quedaba dentro de ella la mitad del agua que debía llevar.
El aguador le dijo entonces:
-¿Te diste cuenta de que las flores sólo crecen en tu lado del camino? Siempre he sabido de tus grietas y quise sacar el lado positivo de ello. Sembré semillas de flores a todo lo largo del camino por donde vas y todos los días las has regado y durante dos años yo he podido recoger estas flores para decorar el altar de mi Maestro. Si no fueras exactamente como eres, con todo y tus defectos, no hubiera sido posible crear esta belleza.
Una de las mejores maneras de disponernos a la Navidad es aceptarnos a nosotros mismos y procurar degustar todos los detalles positivos que la vida nos ofrece a diario.


Compromiso personal y comunitario


Desde hoy haré el más honesto esfuerzo por considerar como iguales a mí a todos los que me rodean. Por amor a Jesús que se hizo hombre, semejante a nosotros menos en el pecado, buscaré tratar a todos con dignidad, respetando su estado de vida o la condición en que se encuentren.




DÍA TERCERO


“Nada nos asemeja tanto a Dios como nuestra capacidad de amar”


Alrededor del pesebre (como familia, como comunidad) experimentamos una alegría especial. Sentir la presencia de Dios presente en nuestras vidas nos llena de esperanza y hace que todos queramos compartir con las personas que nos rodean. No estamos solos en este mundo dando palos de ciego, Dios se ha hecho uno de los nuestros para hacer posible nuestra plena construcción humana.



LA ISLA DE LOS SENTIMIENTOS


Érase una vez una isla donde habitaban todos los sentimientos: la alegría, la tristeza y muchos más, incluyendo el amor.


Un día fue avisado a sus moradores que la isla se iba a hundir, por lo que todos los sentimientos se apresuraron a abandonarla. Abordaron sus barcos y se prepararon a partir apresuradamente.


Sólo el AMOR permaneció en ella; quería estar un rato más en la isla que tanto amaba, y acompañarla antes de que desapareciera. Al fin, con el agua al cuello y casi ahogado, el AMOR comenzó a pedir ayuda.


Se acercó la RIQUEZA que pasaba en un lujoso yate y el AMOR dijo: "¡RIQUEZA llévame contigo! La RIQUEZA contestó: "no puedo, hay mucho oro y plata en mí barco, no tengo espacio para ti".


Le pidió ayuda a la VANIDAD, que también venía pasando: "VANIDAD, por favor ayúdame". Le respondió: "imposible AMOR, estás mojado y arruinarías mi barco nuevo".


Pasó la SOBERBIA, que al pedido de ayuda contestó: "¡Quítate de Mi camino o te paso por encima!


"Como pudo, el AMOR se acercó al yate de¡ ORGULLO y, una vez más, solicitó ayuda. La respuesta fue una mirada despectiva y una ola casi lo asfixia.


Entonces, el AMOR pidió ayuda a la TRISTEZA: "¿me dejas ir contigo?". La TRISTEZA le dijo: "Ay AMOR, tú sabes que siempre ando sola y prefiero seguir así".


Pasó la ALEGRÍA y estaba tan contenta que ni siquiera oyó al AMOR llamarla. Desesperado, el AMOR comenzó a suspirar, con lágrimas en sus ojos.


Fue entonces cuando una voz le dijo: "Ven, AMOR yo te llevo". Era un anciano el que le decía eso. El AMOR estaba tan feliz que se olvidó de preguntarle su nombre. Fue llevado a la tierra de la SABIDURÍA y, una vez allí, el AMOR preguntó a ésta: "¿Quién era el anciano que me trajo y salvó mi vida?". La SABIDURÍA respondió: "era el TIEMPO".


"¿El tiempo? Pero ¿por qué el tiempo me quiso ayudar?", dijo el AMOR.
La SABIDURÍA le respondió: "Porque sólo el TIEMPO es capaz de ayudar y entender a un gran amor”.


No importa cuánto TIEMPO esperemos, si existe el AMOR, el TIEMPO nos ayudará a esperar aquello que más deseamos. Todo llega a su tiempo, no cuando queremos, sino cuando verdaderamente lo necesitamos. Precisamente, en esta navidad necesitamos más que nunca del amor, para que Jesús encuentre en nosotros un lugar digno para nacer.


Compromiso personal y comunitario


No dejaré terminar esta jornada sin expresarle a mi familia y demás seres queridos, lo mucho que los amo y todo el bien que a diario recibo de ellos.




DÍA CUARTO


"No hay paz sin justicia, no hay justicia sin perdón"


De nuevo estamos reunidos en la presencia de la familia de Nazaret y nuestro corazón se regocija ante la proximidad de la Navidad. También hoy queremos ofrecer al Señor el homenaje que sólo Él merece y progresar en la gracia del Adviento que nos quiere preparar de la mejor manera a la celebración de la Navidad y a la espera de "los cielos nuevos y la tierra nueva" de los cuales habla la Escritura para quienes, dóciles a la Palabra de Dios, buscan hacerla vida en las actividades de cada día.

EL VALOR DE LA RISA


Tenemos que recuperar de nuestras vivencias sociales el gusto por la risa, referida a la cortesía, a la buena compostura, a las nobles relaciones humanas. La risa es la hija predilecta de la alegría y está muy lejos de la mofa, del desprecio o del rechazo.


La risa humaniza, hace más hombre al hombre y más mujer a la mujer. El ser risueño es más humano, menos fanático, menos autoritario y mucho más tolerante. La risa, como expresión sacramental del buen humor, forma parte de la sabiduría y llena de sentido los quehaceres humanos.


Alguien ha advertido con notable habilidad: “Dios ríe, dice la Escritura. Y con ello afirma que incluso la más pequeña sonrisa, pura y delicada, que brota de no importa donde, desde un corazón recto, ante cualquier tontería de este mundo, refleja una imagen y un rayo de Dios” (Karl Rahner). No es cierto, por supuesto, que Dios sea triste ni que mire con talante complacido a los representantes de la tristeza.


Por supuesto que la risa debe ser expresión de un estado de placidez interior, y no un simple gesto del rostro humano. El mal humor suele ser la evidencia de un amor propio incontrolado, de las pequeñas contrariedades de cada día que no hemos sabido asumir, de un corazón sensible que todo lo toma a mal, que no sabe dominarse o que carece de convicciones profundas.


He leído recientemente, en una circular que ha caído en mis manos, algunas razones para dejar el mal humor. Las reproduzco por su interés:
· El mal humor perjudica la salud, tanto en el aspecto fisiológico como en el aspecto psicológico.
· Es malo para el estómago, dificulta la circulación sanguínea y acelera el ritmo del corazón.
· Arruga el espíritu y el rostro.
· Envejece el alma.
· Nos curva hacia la vejez prematura y nos satura de pesimismo desolador.
· Nos arranca la alegría del vivir y del convivir.
· Ahuyenta la paz y fastidia a quienes están a nuestro lado.
· Predispone a las riñas y peleas.
· Hace que afloren los tallos de la injusticia. Los exabruptos del mal humor tienen que sufrirlos y pagarlos siempre los más débiles.
· Destroza la confianza en uno mismo y en los demás.
· Perturba la paz hogareña y crispa la convivencia social.
· Puede ser la causa de violentas discusiones y graves accidentes al conducir un vehículo por la ciudad.
· Hace perder el gusto por la vida.
· Nos intoxica por dentro y por fuera.


Compromiso personal y comunitario


Procuremos vivir siempre con una actitud alegre, que refleje que en nosotros está presente Dios.


QUINTO DÍA


“El mejor lenguaje para hablar de Dios es nuestra propia vida”


La tradición del pesebre fue inaugurada por San Francisco de Asís y ha servido para que muchas generaciones de cristianos contemplemos el misterio de la Encarnación y del Nacimiento de Jesús, el Señor. Sigamos disponiendo nuestra vida, para que Jesús en esta navidad nazca en nuestro corazón.


VIVIR CON COHERENCIA


Suena el timbre de la puerta y sale el niño a ver quién es. Pregunta un señor por su mamá. Viene ofreciendo repuestos para ollas a presión. Va el niño hasta la cocina, donde la mamá está atareada por las labores domésticas y le dice: “Mamá, te busca un señor en la puerta”. La mamá, un poco desesperada porque llega la hora del almuerzo y todavía no está todo listo, le dice: “Ve y dile que no estoy; que venga después”. El niño, en su inocencia, regresa a la puerta y le dice al señor: “Manda decir mi mamá que no está; que por favor vuelva más tarde”. El señor, evidentemente, como los personajes de Condorito, se cae para atrás...



Esta escena, con variables muy diversas, se suele repetir en medio de nuestras familias con mucha frecuencia... Luego, cuando el niño le dice a la mamá que estaba haciendo tareas en la casa de un vecino, pero llega sudando y con los zapatos raspados de tanto jugar fútbol en el parque, recibe una fuerte reprimenda por mentiroso.


Hace unos días leía una frase de algún famoso pensador que decía: «El ejemplo no es la mejor manera de enseñar. Es la única». Lo que vemos hacer a las personas importantes en nuestra vida, es lo que aprendemos. Lo que nos dicen y enseñan, no acaba de consolidarse en nuestro interior si no está corroborado y respaldado por el testimonio de vida de aquellos que nos forman desde nuestra infancia.


Jesús le dice a la gente y a sus discípulos que obedezcan y hagan todo lo que los maestros de la ley y los fariseos les enseñan. Pero les advierte que no deben seguir su ejemplo, “porque ellos dicen una cosa y hacen otra”. Más coloquialmente, entre nosotros, esto se ha traducido con la famosa frase: “El cura predica, pero no aplica”, cosa que no sólo se acomoda a los curas, evidentemente... Cada uno tiene que preguntarse, con mucha sinceridad, por su coherencia personal entre lo que enseña en su casa, en su trabajo, en las relaciones con los demás, y lo que hace.


Cuando empezamos a asumir con coherencia nuestra vida, en ese momento es navidad, porque permitimos que Jesús nazca en nuestra vida y con nuestras acciones somos presencia de la Divinidad.


Compromiso personal y comunitario


Desde hoy haré el propósito de vivir con coherencia y crear relaciones nuevas con mis familiares, amigos y compañeros. En la oración le voy a pedir a Jesús su ayuda para poder lograrlo.

DÍA SEXTO


“Quien ama conoce a Dios, porque dios es amor”


Avanza la Novena de Navidad y los que la hacemos con amor queremos agradar sinceramente a Jesús, nuestro Señor, hermano y amigo entrañable. Por eso buscamos vivir con alegría y no desperdiciamos ninguna oportunidad que la vida nos presenta para hacer el bien a los demás.


LA NIÑA DE LAS MANZANAS


Un grupo de vendedores fueron a una Convención de Ventas. Todos le habían prometido a sus esposas que llegarían a tiempo para cenar el viernes por la noche. Sin embargo, la convención terminó un poco tarde, y llegaron retrasados al aeropuerto. Entraron todos con sus boletos y portafolios, corriendo por los pasillos.


De repente, y sin quererlo, uno de los vendedores tropezó con una mesa que tenía una Canasta de Manzanas. Las manzanas salieron volando por todas partes. Sin detenerse, ni voltear para atrás, los vendedores siguieron corriendo, y apenas alcanzaron a subirse al avión. Todos menos UNO.


Este se detuvo, respiró hondo, y experimentó un sentimiento de compasión por la dueña del puesto de manzanas. Le dijo a sus amigos que siguieran sin él y le pidió a uno de ellos que al llegar llamara a su esposa y le explicara que iba a llegar en un vuelo más tarde.


Luego se regresó al Terminal y se encontró con todas las Manzanas tiradas por el suelo. Su sorpresa fue enorme, al darse cuenta de que la dueña del puesto era una Niña Ciega. La encontró llorando, con enormes lágrimas corriendo por sus mejillas. Tanteaba el piso, tratando, en vano, de recoger las manzanas, mientras la multitud pasaba, vertiginosa, sin detenerse; sin importarle su desdicha.


El hombre se arrodilló con ella, juntó las manzanas, las metió a la canasta y le ayudó a montar el puesto nuevamente. Mientras lo hacía, se dio cuenta de que muchas se habían golpeado y estaban magulladas.


Las tomó y las puso en otra canasta. Cuando terminó, sacó su cartera y le dijo a la niña:
- “Toma, por favor, estos cien pesos por el daño que hicimos. ¿Estás bien?"
Ella, llorando, asintió con la cabeza. El continuó, diciéndole:
- "Espero no haber arruinado tu día".
Conforme el vendedor empezó a alejarse, la niña le gritó:
- "Señor..."
Él se detuvo y volteó a mirar esos ojos ciegos. Ella continuó:
- "¿Es usted Jesús...?”
Él se paró en seco y dio varias vueltas, antes de dirigirse a abordar otro vuelo, con esa pregunta quemándole y vibrando en su alma:
- "¿Es usted Jesús?"
Y a Tí, ¿la gente te confunde con Jesús? Porque ese es nuestro destino, ¿no es así? Parecernos tanto Jesús, que la gente no pueda distinguir la diferencia. Parecernos tanto a Jesús, conforme vivimos en un mundo que está ciego a su Amor, su Vida y su Gracia. Si decimos que conocemos a Jesús, deberíamos vivir y actuar como lo haría Él.

Compromiso personal y comunitario


Haré hoy un examen de conciencia en el que reflexionaré en qué me parezco a Jesús. De la misma manera ofreceré al Señor mi sincero propósito de hacerlo conocer y amar en los ambientes en que vivo y trabajo cada día.




DÍA SEPTIMO


"La navidad nos ayuda a reconocer que Dios está de nuestra parte”


Estamos llegando al final de la novena y es importante que revisemos la manera como estamos disponiendo nuestro corazón al nacimiento de Jesús en nuestra vida. La navidad sólo tendrá sentido si dejamos que el amor, el perdón, la solidaridad, el compartir, la fraternidad, la justicia y la verdad se encarnen en nosotros.


SEMBRAR PARA COSECHAR


Una mujer soñó que estaba en una tienda recién inaugurada y para su sorpresa, descubrió que Dios se encontraba tras el mostrador. - ¿Qué vendes aquí?, le preguntó. -Todo lo que tu corazón desee, respondió Dios. Sin atreverse a creer lo que estaba oyendo, se decidió a pedir lo mejor que un ser humano podría desear. -Deseo paz, amor, felicidad, sabiduría... Tras un instante de vacilación, añadió: -No sólo para mí, sino para todo el mundo... Dios se sonrió y le dijo: -Creo que no me has comprendido. -Aquí no vendemos frutos, únicamente vendemos semillas. -Para sembrar una planta hay necesidad de romper primero la capa endurecida de tierra y abrir los surcos; luego, desmenuzar y aflojar los trozos que aún permanecen apelmazados, para que la semilla pueda penetrar, regando abundantemente para conservar el suelo húmedo y entonces... -Esperar con paciencia hasta que germinen y crezcan! En la misma forma en que procedemos con la naturaleza hay que trabajar con el corazón humano, "roturando" la costra de la indiferencia que la rutina ha formado, removiendo los trozos de un egoísmo mal entendido, desmenuzándolos en pequeños trozos de gestos amables, palabras cálidas y generosas, hasta que con soltura, permitan acoger las semillas que diariamente podemos solicitar "gratis" en el almacén de Dios, porque EL mantiene su supermercado en promoción. Son semillas que hay que cuidar con dedicación y esmero y regarlas con sudor, lágrimas y a veces hasta con sangre, como regó Dios nuestra redención y como tantos han dado su vida y su sangre por otros, en un trabajo de fe y esperanza, de perseverante esfuerzo, mientras los frágiles retoños, se van transformando en plantas firmes capaces de dar los frutos anhelados...


Aprovechemos esta reflexión para seguir disponiendo nuestro interior para que Jesús nazca en nuestro corazón. Pidámosle a nuestro buen Dios para que nos ayude a disponer siempre la mente y el corazón, de manera que como tierra abonada, permitamos que las semillas, que son obra suya, puedan germinar y dar su fruto en nuestra vida.


Compromiso personal y comunitario


Dialogar por un momento en familia, en comunidad, sobre la manera como podemos ser tierra buena para las semillas de vida que Dios coloca en nuestro corazón.


DÍA OCTAVO


“No se anuncia a Jesucristo, si no se promueve la vida de las personas”


La Navidad nos debe llevar a profundizar más en el misterio de la infinita misericordia que Dios ha tenido con toda la humanidad de todos los tiempos. El nacimiento del Salvador es el signo más excelente de la cercanía de Dios a nosotros y de su compromiso definitivo y total con la humanidad.


FE Y COMPROMISO SOLIDARIO


Hablar de fe en nuestro medio, es como hablar de algo secundario y poco relevante, ya que la lógica presente en nuestra sociedad consumista, tiende a darle mayor importancia sólo a aquello que produce dividendos. Esta actitud materialista ha sido la causante de los grandes desequilibrios sociales y de la destrucción del hombre por el hombre.


Hoy más que nunca se hace necesario sacar la fe de la trastienda en la cual se ha mantenido y darle el lugar que le corresponde como fuente inagotable de sentido para la vida del ser humano. La fe cristiana significa acogerse al poder salvador del resucitado vivo en las personas, que al acontecer las transforma. Esta definición deja al descubierto el carácter vital, comprometido y transformador de la fe que necesitamos recuperar.


Particularmente en este espacio queremos hacer una breve reflexión estableciendo una relación entre fe y solidaridad. Ahora bien, aunque la palabra moderna solidaridad no aparece en los evangelios, éstos pueden considerarse, sin lugar a dudas, una constante invitación a su práctica, como expresión de amor universal, que no conoce límites ni fronteras.


El principio de solidaridad se formula claramente en Mt 7,12, texto denominado “regla de oro”, donde Jesús resume el Antiguo Testamento con esta frase: “Todo lo que querríais que hicieran los demás por vosotros, hacedlo vosotros por ellos, porque eso significan la Ley y los Profetas”. Jesús invita a ser solidario, o lo que es igual, a ponerse en el lugar del otro, como si fuera uno mismo, haciendo con él aquello que uno desearía que le hicieran.


En este sentido, vale la pena aclarar que, el ámbito del amor cristiano va más allá de la solidaridad e incluye toda relación positiva entre personas: la justicia, la generosidad, el respeto, la comprensión, la tolerancia, el perdón, la ayuda, el afecto y la entrega, que forjan la unidad entre los seres humanos. La solidaridad es, por tanto, una de las manifestaciones del amor que lleva al cristiano a fundirse o identificarse con el prójimo y hacer real el amor a Dios en el acto de darse a los demás.


Ahora bien, Jesús indica en el evangelio de Juan la medida del amor solidario: “Este es el mandamiento mío: que os améis unos a otros igual que yo os he amado”(Jn 15, 12). Con este mandamiento Jesús se propone a sí mismo como medida e invita a amar como él amó, hasta el punto de entregar el don más preciado: la vida. De aquí que podamos afirmar, que la medida del amor es amar sin medida.


Esta solidaridad hecha amor, tal como Jesús la practicó, es el pilar sobre el cual debemos construir la nueva sociedad, la sociedad alternativa que permita hacerle frente a la lógica egoísta del sistema económico, que excluye, margina y ve al ser humano como objeto de compra y venta. Así como se globalizó la economía, es urgente globalizar hoy la solidaridad, no como una consigna más, sino como una actitud de vida que haga real y evidente nuestra fe en el Dios revelado en JESÚS.


Compromiso personal y comunitario


En familia, recordar que la fe nos compromete a ser presencia de Dios para aquellos que están a nuestro lado.



DÍA NOVENO


“Dios se encarna donde hay un corazón dispuesto a amar”


Hoy se celebra y comienza la Navidad, un tiempo propicio para recordar las maravillas que Dios ha hecho y sigue haciendo en la historia. Dios en Jesús, se ha hecho uno de los nuestros y nos ha abierto el camino para participar de la vida nueva que nos quiere comunicar para que vivamos como seres humanos auténticos, hijas e hijos suyos. Recuerda que siempre que estés dispuesto a amar, a servir, a perdonar, a compartir, a ser solidario, siempre será navidad , porque tu vida será un signo de que Dios se ha encarnado en ti.


Para la proclamación del Evangelio de hoy todos nos uniremos en el siguiente estribillo:


BENDITO SEAS, DIOS PADRE, QUE NOS HAS DADO A TU HIJO COMO SALVADOR Y REDENTOR.


Del Evangelio según San Lucas (1,68-79)


Bendito sea el Señor, Dios de Israel, porque ha visitado y redimido a su pueblo, suscitándonos una fuerza de salvación en la casa de David su siervo, tal como lo anunció por boca de sus santos profetas desde los tiempos antiguos.


BENDITO SEAS, DIOS PADRE, QUE...


Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos y de la mano de todos los que nos odian, para mostrar misericordia a nuestros padres, y para recordar su santa alianza y el juramento que hizo a nuestro padre Abraham.


BENDITO SEAS, DIOS PADRE, QUE...


Para concedernos que, libres de la mano de nuestros enemigos, le sirvamos con santidad y justicia en su presencia todos nuestros días.


BENDITO SEAS, DIOS PADRE, QUE...


Y a ti, niño, te llamarán profeta del Altísimo, porque irás delante del Señor a preparar sus caminos para dar a su pueblo el conocimiento de la salvación por el perdón de los pecados.


BENDITO SEAS, DIOS PADRE, QUE...


Por la entrañable misericordia de nuestro Dios, nos visitará el Sol que nace de lo alto, para dar luz a los que habitan en tinieblas y en sombra de muerte, para guiar nuestros pasos por el camino de la paz.


BENDITO SEAS, DIOS PADRE, QUE...


Palabra de Dios.


Celebrada ya, prácticamente, la fiesta de la Navidad, nos alegramos con este cántico de alabanza de Zacarías y, al hacer nuestras sus palabras, reconocemos el poder admirable de la venida del Salvador. Porque todos los enemigos que nos oprimían y la mano tenebrosa de todos los que nos odian, han sido ahuyentados y van de retirada como se retiran las tinieblas al amanecer, cuando comienza a resplandecer el Sol que nace de lo alto.


Queremos ser fieles y constantes en el seguimiento de Jesús y queremos acogerlo en nuestra vida personal y social. Los temibles enemigos de la injusticia y la violencia caerán cuando nosotros estemos verdaderamente centrados en Dios y seamos conscientes de nuestro compromiso cristiano en el mundo.


Reflexionemos sobre la manera como vamos a hacer que esta Navidad dé el fruto que debe dar en nuestra vida. Para que Jesús realmente reine en nuestra patria se requiere que establezcamos nuevas relaciones basadas en la justicia y en la solidaridad en la cordialidad sincera y en la disponibilidad a todo lo que construya la armonía entre todos. El Rey de la Paz quiere la reconciliación de todos y espera nuestra respuesta generosa para que aquello que anhelamos en nuestra querida Colombia se haga realidad.


Compromiso personal y comunitario


Haré todo lo posible para hacer de mi vida una continua navidad, es decir, para dejar que todos los valores profundos que Dios ha puesto en mi corazón los viva en la relación diaria que establezca con los demás, como signo de que en mí se ha encarnado el Hijo de Dios, Jesucristo el Señor.




ORACIÓN AL NIÑO DIOS


Señor, navidad es el recuerdo de tu nacimiento entre nosotros, es la presencia de tu amor en nuestra familia y en nuestra sociedad . navidad es certeza de que el dios del cielo y de la tierra es nuestro padre, que tu, divino niño, eres nuestro hermano. Que esta reunión junto a tu pesebre nos aumente la fe en tu bondad, nos comprometa a vivir verdaderamente como hermanos, nos de valor para matar el odio y sembrar la justicia y la paz. Oh divino Niño, enséñanos a comprender que donde hay amor y justicia, allí estas tu y allí también es navidad. Amén. (Gloria al Padre (3)).

Gozos



Dulce Jesús mío mi niño adorado. ¡Ven a nuestras almas! ¡Ven no tardes tanto!
Oh sapiencia suma del dios soberano que a nivel de un niño te hayas rebajado. Oh divino infante ven para enseñarnos la prudencia que hace verdaderos sabios
Coro
Niño del pesebre nuestro dios y hermano, tu sabes y entiendes del dolor humano; que cuando suframos dolores y angustias siempre recordemos que nos has salvado.
Coro
Oh lumbre de oriente sol de eternos rayos que entre las tinieblas tu esplendor veamos, niño tan precios, dicha del cristiano, luzca la sonrisa de tus dulces labios.
Coro
Rey de las naciones Emmanuel preclaro de Israel anhelo pastor del rebaño. Niño que apacientas con suave cayado, ya la oveja arisca ya el cordero manso.
Coro
Ábrase los cielos y llueva de lo alto bienhechor rocío, como riego santo. Ven hermoso niño ven dios humanado luce hermosa estrella, brota flor del campo.
Coro
Tu te hiciste niño en una familia llena de ternura y calor humano. Vivan los hogares aquí congregados el gran compromiso del amor cristiano.
Coro
Del débil auxilio, del doliente amparo, consuelo del triste, luz del desterrado. Vida de mi vida, mi sueño adorado, mi constante amigo mi divino hermano.
Coro
Ven ante mis ojos de ti enamorados, bese ya tus plantas bese ya tus manos . prosternado en tierra te tiendo los brazos y aún mas que mis frases te dice mi llanto.
Coro
Haz de nuestra patria una gran familia; siembra en nuestro suelo tu amor y tu paz. Danos fe en la vida, danos esperanza y un sincero amor que nos una mas.
Coro
Ven salvador nuestro por quien suspiramos ven a nuestras almas ven no tardes tanto.

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