miércoles, 21 de noviembre de 2007

REFLEXIÓN


ABRE TU CORAZÓN

Un hombre había pintado un lindo cuadro. El día de la presentación al público, asistieron las autoridades locales, fotógrafos, periodistas, y mucha gente, pues se trataba de un famoso pintor, reconocido artista.

Llegado el momento, se tiró del paño que revelaba el cuadro. Hubo un caluroso aplauso. Era una impresionante figura de Jesús tocando suavemente la puerta de una casa. Jesús parecía vivo. Con el oído junto a la puerta, parecía querer oír si dentro de la casa alguien le respondía.

Hubo discursos y elogios. Todos admiraban aquella preciosa obra de arte. Un observador muy curioso, encontró un fallo en el cuadro. La puerta no tenía cerradura. Y fue a preguntar al artista: "Su puerta no tiene cerradura, ¿Qué hay que hacer para abrirla?"

"Así es," respondió el pintor. "Porque esa es la puerta del corazón del hombre y sólo se abre por el lado de dentro."

Aprovechemos este momento de encuentro para reconocer nuestra falta de apertura a la acción de Dios, a las personas que nos rodean y esperan de nosotros una voz de aliento, un saludo cordial, una actitud solidaria, un gesto de servicio, de acogida, de perdón, de afecto, de amistad.

No podemos reclamar nada de Dios, si no le abrimos la puerta de nuestro interior para que transforme nuestro corazón de piedra en un corazón de carne, sensible frente a las necesidades de los demás y dispuesto a amar sin condiciones.

Que con el trabajo que desarrollemos en los diferentes ambientes de enseñanza / aprendizaje, procuremos, a la manera de Jesús, disponer a nuestros estudiantes a que salgan de su encerramiento egoísta y abran la puerta de su corazón para compartir lo mejor de sí con los demás. Para ello no hay más herramienta que nuestro propio ejemplo.

1 comentario:

orlandosp dijo...

Muy interesantes los materiales.